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Los 3 documentos estratégicos que toda empresa necesita para certificar ISO 27001

Cuando una empresa decide certificarse en ISO 27001, lo primero que suele venir a la mente son aspectos técnicos: firewalls, accesos, antivirus o cifrado de datos. Todo esto es relevante, pero el proceso de auditoría no comienza por ahí.

Un auditor no revisa servidores al inicio; lo que busca es evidencia documental. Porque la certificación no se limita a comprobar si “tienes medidas de seguridad”, sino a verificar si cuentas con un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI) sólido, documentado y respaldado por la dirección.

Y es justo en este punto donde los documentos estratégicos se vuelven esenciales. Sin ellos, no solo se complica la certificación: también puedes poner en riesgo contratos clave con clientes que exigen cumplimiento con ISO 27001.




1. Política de Seguridad de la Información (PSI)

La Política de Seguridad de la Información (PSI) es el documento central de todo SGSI. Representa el compromiso de la alta dirección con la seguridad y define los principios bajo los cuales la empresa gestiona la protección de su información.

¿Qué debe incluir?

  • Alcance del SGSI: qué áreas, procesos o sistemas cubre.

  • Objetivos generales de seguridad.

  • Responsabilidades: quién hace qué.

  • Compromiso de cumplimiento con requisitos legales, regulatorios y contractuales.

¿Por qué es importante?
Porque sin esta política, cualquier medida técnica se percibe como aislada. La PSI es la evidencia formal de que la seguridad es una prioridad estratégica y no solo un tema del área de TI.

Ejemplo real: Una fintech en proceso de aliarse con bancos necesitaba demostrar que su estrategia de seguridad estaba respaldada al más alto nivel. Presentar su PSI firmada por la dirección general generó confianza inmediata y facilitó la aprobación del acuerdo.




2. Plan de Tratamiento de Riesgos

ISO 27001 exige que las organizaciones identifiquen y evalúen riesgos. Pero no basta con detectarlos: el auditor necesita ver cómo serán gestionados. Eso se documenta en el Plan de Tratamiento de Riesgos.

 Este plan responde preguntas clave:

  • ¿Qué riesgos se aceptan porque tienen bajo impacto?

  • ¿Cuáles se van a mitigar aplicando controles (ej. autenticación multifactor)?

  • ¿Qué riesgos se transfieren (ej. mediante seguros o acuerdos con proveedores)?

  • ¿Cuáles pueden eliminarse?

¿Por qué es importante?
Porque muestra que la empresa no se limita a diagnosticar problemas: toma decisiones claras y fundamentadas sobre cómo actuar frente a ellos. Es lo que convierte al SGSI en un sistema de gestión real, en lugar de un simple inventario de riesgos.

Ejemplo real: Una startup SaaS detectó que los accesos de excolaboradores quedaban activos tras su salida. En su plan de tratamiento incluyó un procedimiento de offboarding y una herramienta de gestión de identidades. Con ello, demostró en su auditoría que el riesgo estaba identificado, tratado y controlado.




3. Registro de Riesgos

Si el plan es la estrategia, el Registro de Riesgos es la bitácora que evidencia cómo se ejecuta. Aquí se documenta cada riesgo identificado con:

  • Probabilidad.

  • Impacto.

  • Nivel de criticidad.

  • Responsable asignado.

  • Estado de seguimiento.

¿Por qué es importante?
Porque los auditores no quieren ver que los riesgos “se quedan en el aire”. Un registro actualizado muestra que la empresa los está monitoreando, priorizando y gestionando de forma continua.

Ejemplo real: Una empresa de servicios financieros presentó a su auditor un registro con más de 50 riesgos documentados, cada uno con responsable y estatus. El auditor lo reconoció como una de las principales fortalezas del SGSI, ya que reflejaba madurez, trazabilidad y disciplina en la gestión.


Descarga la guía para iniciar con la implementación para la normativo ISO 27001



Conexión directa con ISO 27001

Estos tres documentos no son accesorios ni recomendaciones opcionales: son requisitos fundamentales dentro de la norma.

  • La Política de Seguridad corresponde a la cláusula 5.2 de ISO 27001.

  • El Plan de Tratamiento y el Registro de Riesgos forman parte del proceso de gestión de riesgos (cláusulas 6.1 y 8.2).

Sin ellos, la auditoría simplemente no puede aprobarse. Y más allá de la certificación, son la base para demostrar a clientes, inversionistas y socios que tu organización gestiona la seguridad de la información de manera estructurada y confiable.




Resumen

Política de Seguridad: marca el compromiso de la dirección y define las reglas del juego.


Plan de Tratamiento de Riesgos: asegura que la empresa no solo identifica problemas, sino que los gestiona.


Registro de Riesgos: aporta trazabilidad y control sobre cada riesgo detectado.






¿Tu empresa ya tiene estos tres documentos listos y aprobados?

Es momento de trabajarlos. Son la base para certificarte en ISO 27001:2022, pero también para demostrar a clientes e inversionistas que tu startup toma en serio la seguridad de la información.